Hoy no quiero escribir.
No me apetece, simplemente.
Empecé a buscar colores por las nubes
sin darme cuenta que ya había anochecido.
Hoy no quiero escribir.
No quiero parir versos,
ajustar sílabas,
cotejar rimas,
escuchar los ritmos.
Hoy no quiero escribir.
Ni crear metáforas de amor.
No.
No.
Hoy mi poesía no derrumbará muros
pues lancé tan lejos el cristal de los sueños
que apenas puedo ver donde cayeron los trozos.
Hoy no quiero escribir.
El lápiz, prolongación de mis huesos,
receptor de mi mente, tiene fría la piel.
No lo reconozco
y me da miedo.
Hoy no quiero escribir.
Tengo derecho.
Debo guardar callado luto por la musa
que mis palabras forjaba.
He de esperarla aquí,
en el escalón de mi puerta,
por si le da por regresar.
Hoy no quiero escribir.
No me apetece.
Simplemente:
no estás aquí.
Y YO CON ESTOS PELOS (HAGÁMOSLO SENCILLO, 3)
-
A menudo damos relevancia a situaciones y circunstancias vacías.
Mejor tomarnos las cosas con humor. Mejor echarnos unas risas y no prestar
atención al...
Hace 18 horas